Senda del Oro- Las Médulas, Comarca del Bierzo- León
La Senda del Oro es un proyecto de valorización y de señalización de cinco rutas impulsadas por el Consejo Comarcal de El Bierzo, con epicentro en Las Médulas, referentes universales de la actividad minera romana, localizada en el corazón de la comarca y declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Además del bellísimo paraje de Las Médulas, la Senda del Oro nos presenta otras cuatro propuestas no menos interesantes por lo que significan históricamente y muy sugerentes para un disfrute sin fin en contacto con la naturaleza: Los Canales Romanos repartidos por el territorio, la Leitosa en el municipio de Villafranca del Bierzo, La Miédula de Espinoso de Compludo y las Minas de Oro de Castropodame.
La mejor manera de entender la magnitud de este hito minero es comenzar la visita por el Aula Arqueológica situada a la entrada del pueblo de Las Médulas, información que se puede completar con una visita al Centro de Recepción de Visitantes.
Desde el mirador de Orellán, en el vertiginoso límite de un barranco de cien metros de altura, el espectáculo es difícil de describir.
Las Médulas, pequeña y típica aldea berciana desde la que se puede iniciar un atractivo recorrido por el fondo del yacimiento. También veremos los llanos en los que se asentaron los lavaderos y donde hoy se localiza el lago Somido y el generoso lago de Carucedo, fuente de mil y una leyendas.
Desde este punto el recorrido puede continuar por el camino que rodea la explotación y que nos lleva hasta el Campo de Braña donde llegaban los acueductos y donde se conservan varios tramos de canales, hasta las Medulillas de Yeres y su espectacular panorámica del resto de Las Médulas, así como varios restos de túneles. Desde aquí el camino desciende hasta el pueblo, punto del que parte otro interesante itinerario, entre castaños centenarios y tierras de labor, por una carretera cerrada al tráfico que se adentra en el paraje, nos abandonamos a un paseo inolvidable por el laberinto de pináculos que se elevan por encima de las copas de los castaños.
Al final del recorrido es inevitable exclamar un suspiro de admiración al llegar a las bocaminas de La Cuevona y La Cueva Encantada, donde cuenta la leyenda que vive la bruja que cuida del tesoro de la montaña. Sus casi 20 metros de altura nos aportan una referencia real del trabajo del agua para desgastar los túneles y provocar la ruina montium.
LOS CANALES
La puesta en escena de toda esta infraestructura requería no pocas inversiones previas. El agua, elemento fundamental para el empleo de estas formas de explotación, no siempre estaba al alcance.
Para paliar el problema del suministro constante de agua que la explotación necesitaba, los romanos realizaron en este territorio una obra hidráulica sin precedentes en todo el Imperio, llegando incluso a realizar el primer trasvase de agua de la historia entre dos cuencas fluviales.
Se construyó una completa red de canales y acueductos que permitieron captar el líquido elemento de los neveros, fuentes y arroyos superando algunas veces cotas cercanas a los dos mil metros de altitud. Esta misma técnica fue la que permitió captar agua en la cabecera del río Ería, perteneciente a la cuenca del Duero, para entregarla al río Cabo, cuyas aguas son entregadas al Sil, ambos en la comarca de El Bierzo.
En total se construyeron 600 kilómetros (identificados hasta ahora) de canales que garantizaban el permanente flujo necesario para mantener la actividad minera. Estas conducciones discurren por las faldas de los montes Aquilianos, por el entorno de Las Médulas y por la cara oeste de la sierra del Teleno.
Actualmente hay más de 60 kilómetros de senderos señalizados que discurren por diferentes canales, siendo el principal el GR-292, un gran recorrido que une el paraje de Campo de Braña, junto a Las Médulas con la localidad de Llamas de Cabrera en las faldas del pico de la Cruz. A lo largo del mismo hay diferentes variantes que invitan a conocer otros puntos de interés de esta compleja red hidrológica, al igual que ocurre con el resto de los 148 kilómetros de canales que vertebran este rincón de la comarca berciana.
En la cercana localidad de Puente Domingo Flórez, podremos saber más sobre la magnitud de las obras realizadas para la canalización del agua en el Centro de Interpretación de los Canales.
LA LEITOSA
Esta mina de oro, junto con Las Médulas, está considerada como una de las más espectaculares de El Bierzo.
En un paraje de la zona alta del municipio de Villafranca del Bierzo, al que se accede por una pista que discurre entre frondosos bosques de castaños centenarios hasta la parte baja de la mina, todavía se conservan varios estanques de retención y algunas galerías subterráneas. Además en los alrededores se ha localizado varios castros, que probablemente sirvieron como asentamiento de la población astur que trabajó en el yacimiento: La Toralina y Campo do Castrelo do Castrelo, en Prado de Paradiña; El Castrillón, en Ribón, y El Castro en Velgueliña.
LAS MINAS DE CASTROPODAME
Un total de cinco cuevas hasta no hace mucho tiempo casi desconocidas, dan forma a un recorrido que nos acerca a sugerentes bocaminas excavadas en la pizarra rosada, a pozos y galerías propios de la actividad romana. Conocidas como cueva del Mosquito, cueva El Sil, la cueva Habitación o Dormitorio, la cueva El Moro y la cueva El Corralón, todas son localizables siguiendo esta ruta de 4 kilómetros perfectamente señalizada que parte del cementerio de la localidad de Castropodame por el paraje conocido como “Los Valles”. Entre las curiosidades llama la atención la “Cueva Vivienda”, una galería practicada en la roca que contiene lo que pudo ser un conjunto de seis habitaciones para alojar a un grupo de mineros.
Fuente y fotografías: Cardinalia Comunicación.